Hemorragia oculta del tubo digestivo

por Homo medicus · 20 de marzo de 2024

La hemorragia oculta del tubo digestivo se refiere a cualquier sangrado que ocurre en el tracto gastrointestinal sin manifestarse como hemorragia evidente en las heces o el vómito. Es decir, se trata de un sangrado interno que no se puede observar directamente en el tracto digestivo y que a menudo no produce síntomas evidentes.

La hemorragia oculta del tubo digestivo puede ser causada por una variedad de condiciones médicas que afectan el tracto gastrointestinal. Estas condiciones pueden causar pequeñas cantidades de sangrado en el tracto digestivo que no son visibles a simple vista, pero que pueden acumularse con el tiempo y causar síntomas como anemia o cambios en las heces.

Causas

Algunas de las causas más comunes de hemorragia oculta del tubo digestivo incluyen:

Neoplasias: Las neoplasias, que incluyen el cáncer de colon, el cáncer de estómago y otros tumores gastrointestinales, pueden causar hemorragia oculta del tubo digestivo. A menudo, el sangrado es crónico y de baja intensidad, lo que significa que puede pasar desapercibido durante mucho tiempo. Es importante realizar pruebas de detección regulares para el cáncer colorrectal para detectar y tratar el cáncer temprano.
Anomalías vasculares: Las anomalías vasculares, como la angiodisplasia y la telangiectasia, son defectos en los vasos sanguíneos del tracto gastrointestinal que pueden causar hemorragia oculta. A menudo, estas anomalías se encuentran en el colon, pero también pueden afectar el estómago y el duodeno. Los síntomas pueden incluir sangre en las heces o anemia.
Lesiones acidopépticas: Las lesiones acidopépticas, como las úlceras pépticas y el reflujo gastroesofágico, pueden causar hemorragia oculta. Las úlceras pépticas son heridas abiertas que se forman en el revestimiento del estómago o del duodeno, mientras que el reflujo gastroesofágico ocurre cuando el ácido del estómago regresa al esófago y puede causar irritación y erosión en el revestimiento del esófago.
Infecciones: Las infecciones gastrointestinales, como la infección por Helicobacter pylori, pueden causar hemorragia oculta. Esta bacteria puede infectar el revestimiento del estómago y del duodeno y causar inflamación y ulceración. A menudo, la infección por H. pylori se trata con antibióticos y otros medicamentos para reducir el ácido del estómago.
Fármacos: Algunos medicamentos pueden causar hemorragia oculta del tubo digestivo como efecto secundario. Por ejemplo, los anticoagulantes, como la aspirina y la warfarina, pueden aumentar el riesgo de sangrado. Los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), como el ibuprofeno y el naproxeno, también pueden causar hemorragia gastrointestinal si se toman durante un período prolongado.
Pólipos intestinales: Los pólipos son crecimientos anormales en el revestimiento del intestino. Aunque la mayoría de los pólipos son benignos, algunos pueden ser cancerosos y causar sangrado.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): La enfermedad inflamatoria intestinal incluye dos trastornos crónicos del intestino: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ambas afecciones pueden causar inflamación y ulceración en el tracto gastrointestinal, lo que puede provocar sangrado oculto.
Diverticulitis: Los divertículos son pequeñas bolsas que se forman en el revestimiento del colon. Si las bolsas se inflaman o se infectan, se llama diverticulitis. La diverticulitis puede causar sangrado oculto y otros síntomas.
Enfermedad celíaca: La enfermedad celíaca es una afección en la que el cuerpo no puede tolerar el gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. La enfermedad celíaca puede causar daño en el revestimiento del intestino delgado, lo que puede provocar sangrado oculto.

Estas son solo algunas de las causas más comunes de hemorragia oculta del tubo digestivo. Otras causas menos comunes pueden incluir angiodisplasia, malformaciones vasculares, trastornos de la coagulación de la sangre y lesiones traumáticas en el tracto gastrointestinal.

Exámenes complementarios

Existen varios métodos diagnósticos que se pueden utilizar para detectar la hemorragia oculta del tubo digestivo, dependiendo de la ubicación y la gravedad de la hemorragia.

Análisis de heces: Una de las formas más simples y no invasivas de detectar la presencia de sangre oculta en las heces es a través de un análisis de heces. Este examen puede detectar pequeñas cantidades de sangre en las heces que no son visibles a simple vista.
Endoscopía: La endoscopía es una prueba que utiliza un tubo flexible con una cámara en el extremo para examinar el tracto gastrointestinal. La endoscopía superior se utiliza para examinar el esófago, el estómago y el duodeno. Durante la endoscopía se debe puede buscar signos de inflamación, úlceras, tumores, lesiones vasculares y otros problemas.
Colonoscopia: La colonoscopia es un tipo de endoscopía que se utiliza para examinar el colon y el recto. Si se encuentra un pólipo, se puede extraer para su análisis.
Cápsula endoscópica: La cápsula endoscópica es un pequeño dispositivo que se traga y que contiene una cámara. La cápsula viaja a través del tracto gastrointestinal y toma imágenes de la pared del intestino delgado. Las imágenes se transmiten a un dispositivo portátil que el paciente lleva consigo durante el examen. La cápsula se elimina naturalmente en las heces.
Angiografía: La angiografía es un examen que utiliza un líquido de contraste y rayos X para examinar los vasos sanguíneos. Puede ser útil para detectar anomalías vasculares que pueden causar hemorragia.