Una vez que las células dendríticas maduras migran hacia los órganos linfoides, desempeñan un papel fundamental en la activación del sistema inmunitario adaptativo al presentar complejos antígeno-MHC a los linfocitos T vírgenes. Este proceso es esencial para iniciar respuestas específicas contra antígenos extraños o patógenos que el organismo pueda encontrar.
Las células dendríticas son células especializadas del sistema inmunitario que tienen la capacidad única de capturar, procesar y presentar antígenos a los linfocitos T. Una vez que las células dendríticas capturan antígenos, los procesan intracelularmente y los presentan en la superficie celular unidos a moléculas del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC).
En el caso específico de los antígenos derivados de proteínas citosólicas, estos son presentados a través de moléculas de clase I del MHC. Los complejos antígeno-clase I del MHC resultantes son reconocidos por los receptores de células T (TCR) en los linfocitos T vírgenes, especialmente en los linfocitos T citotóxicos CD8+.
La interacción entre el TCR y el complejo antígeno-MHC activa específicamente a los linfocitos T CD8+, desencadenando así una respuesta inmunitaria adaptativa dirigida contra células infectadas por virus u otras células anormales que presenten antígenos en su interior.
Una vez activados, los linfocitos T citotóxicos CD8+ se diferencian y proliferan, adquiriendo la capacidad de reconocer y destruir células infectadas por el agente patógeno en cuestión, contribuyendo así a la eliminación efectiva del mismo y a la protección del organismo contra la infección.

Los antígenos derivados de proteínas extracelulares, provenientes de bacterias, parásitos u otras fuentes externas, son procesados por células presentadoras de antígenos (CPA), tales como macrófagos, células dendríticas y células B. Estas CPA internalizan los antígenos, los procesan en compartimentos intracelulares denominados endosomas y los degradan en péptidos más pequeños. Dichos péptidos se presentan en la superficie celular unidos a moléculas del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC) de clase II, las cuales se encuentran principalmente en las CPA y algunas células B.
La limitación de la expresión de las moléculas de clase II del MHC a las CPA es una característica crucial del sistema inmunitario. Mientras que las moléculas de clase I del MHC están presentes en la mayoría de las células nucleadas del organismo, las moléculas de clase II del MHC están restringidas a las CPA. Esto asegura que la presentación de antígenos a los linfocitos T ocurra principalmente en el contexto de una respuesta inmunitaria activa, donde las CPA desempeñan un papel esencial en la detección y presentación de antígenos extraños.
La interacción entre los péptidos antigénicos presentados en las moléculas de clase II del MHC y los receptores de células T (TCR) en los linfocitos T cooperadores CD4+ desencadena una respuesta inmunitaria específica. Esta interacción activa a los linfocitos T cooperadores, desencadenando una serie de eventos que incluyen la activación de otras células del sistema inmunitario y la producción de citoquinas, lo que contribuye a la eliminación de patógenos y a la regulación de la respuesta inmunitaria adaptativa.



Originally posted on 26 de febrero de 2024 @ 8:19 AM