Quetiapina

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Quetiapina

La quetiapina, un antipsicótico atípico, demuestra su utilidad en el tratamiento de diversas condiciones psiquiátricas. En el caso de psicosis agudas y crónicas, incluida la esquizofrenia, su acción sobre los receptores de dopamina y serotonina en el cerebro contribuye a mitigar los síntomas psicóticos, tales como alucinaciones y delirios, ofreciendo una respuesta terapéutica efectiva.

En el ámbito del trastorno bipolar, la quetiapina desempeña un papel crucial. Durante los episodios de manía, caracterizados por un aumento significativo del estado de ánimo, actividad frenética y pensamiento acelerado, esta sustancia actúa como estabilizador, contrarrestando los extremos emocionales. En situaciones depresivas asociadas al trastorno bipolar, alivia síntomas como la falta de energía y la melancolía, proporcionando un equilibrio necesario.

Además, la quetiapina se emplea en la prevención de recaídas en la terapia de mantenimiento del trastorno bipolar, ya sea en su manifestación maníaca, depresiva o mixta. Esta capacidad para estabilizar el estado de ánimo a largo plazo la convierte en una opción valiosa para la gestión a largo plazo de este trastorno, ayudando a prevenir recaídas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

 

Nombres comerciales

Aretaeus, Bartilixima, Dextión, dextión XR, Q-mind, Rayar, Seroquel, TIM ASF XR,

Propiedades farmacocinéticas de la quetiapina

La quetiapina, al ser administrada por vía oral, presenta una absorción eficaz y se somete a un extenso proceso de metabolismo. La biodisponibilidad de la quetiapina no experimenta alteraciones significativas en presencia de alimentos, lo que indica que su absorción no está fuertemente influenciada por las condiciones alimentarias.

Una vez absorbida, la quetiapina exhibe una alta afinidad por las proteínas plasmáticas, vinculándose aproximadamente en un 83%. Esta unión a proteínas plasmáticas es un factor importante a considerar, ya que afecta la cantidad de fármaco disponible en su forma activa en la circulación sanguínea.

Es relevante destacar que la quetiapina se metaboliza para dar lugar a un metabolito activo denominado norquetiapina. En estado estable, las concentraciones molares máximas de norquetiapina representan aproximadamente el 35% de las observadas con la quetiapina misma. Esta información es crucial para comprender el perfil farmacocinético completo de la quetiapina, considerando tanto el compuesto original como sus productos de metabolismo.

En cuanto a la eliminación, la quetiapina y su metabolito norquetiapina presentan vidas medias de aproximadamente 7 y 12 horas, respectivamente. Estas cifras indican el tiempo que lleva eliminar la mitad de la sustancia del organismo.

La quetiapina experimenta principalmente su proceso de metabolización en el hígado. Este órgano desempeña un papel clave en la transformación de la quetiapina, modificándola para facilitar su eliminación del cuerpo. Cuando se administra quetiapina marcada radioactivamente, se observa que el compuesto original representa menos del 5% del material sin cambios detectado en la orina o las heces. Este dato sugiere que la quetiapina se metaboliza de manera significativa antes de ser excretada, dando lugar a metabolitos que son eliminados en mayor proporción.

En términos de excreción, alrededor del 73% de la radioactividad resultante de la quetiapina se elimina a través de la orina, mientras que aproximadamente el 21% se excreta en las heces. Estos porcentajes reflejan las vías principales de eliminación del fármaco y sus productos metabólicos del organismo.

Es importante destacar que la función hepática juega un papel crucial en el metabolismo de la quetiapina. En sujetos con insuficiencia hepática, como en el caso de cirrosis alcohólica estable, se observa una reducción significativa, aproximadamente del 25%, en la depuración plasmática promedio de quetiapina. Esta disminución en la eliminación puede resultar en niveles plasmáticos más elevados de quetiapina en individuos con insuficiencia hepática.

Dada la extensa metabolización hepática de la quetiapina y la posible acumulación en pacientes con disfunción hepática, se sugiere ajustar la dosis en estos casos específicos. Este ajuste es esencial para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento, ya que niveles elevados de quetiapina en la sangre pueden aumentar el riesgo de efectos secundarios o toxicidad.

 

Mecanismo de acción

La Quetiapina, clasificada como un agente antipsicótico atípico, ejerce su mecanismo de acción mediante la interacción con una amplia variedad de receptores neurotransmisores. Tanto la Quetiapina como su metabolito activo en plasma humano, la norquetiapina, manifiestan afinidad por los receptores de serotonina cerebral (5HT2) y los receptores de dopamina D1 y D2. Esta combinación de antagonismo de receptores, con una mayor selectividad hacia los receptores 5HT2 en comparación con los receptores de dopamina D2, se considera fundamental para las propiedades antipsicóticas clínicas de la Quetiapina.

La preferencia por bloquear los receptores 5HT2 podría contribuir a la eficacia terapéutica de la Quetiapina, ya que este perfil de antagonismo se asocia con una menor incidencia de efectos secundarios extrapiramidales (SEP) en comparación con los antipsicóticos típicos, que tienen una mayor afinidad por los receptores de dopamina D2.

Es importante señalar que la Quetiapina no presenta afinidad por el transportador de norepinefrina (NET), lo que la distingue de otros compuestos. Además, la Quetiapina exhibe una actividad baja en el receptor 5HT1A de la serotonina. Por otro lado, la norquetiapina, su metabolito, muestra una alta afinidad tanto al transportador de norepinefrina como al receptor 5HT1A de la serotonina. La inhibición de NET y la acción parcial agonista en los sitios 5HT1A por parte de la norquetiapina podrían contribuir a la eficacia terapéutica de la Quetiapina como antidepresivo.

 

Dósis y vías de administración
  • Tratamiento de psicosis agudas y crónicas, incluyendo esquizofrenia

El tratamiento de psicosis agudas y crónicas, incluida la esquizofrenia, mediante el uso de quetiapina. Se indica administrar quetiapina dos veces al día, ya sea con o sin alimentos, para asegurar una distribución uniforme del medicamento en el organismo.

Durante los primeros cuatro días de terapia, se establece una progresión gradual en la dosis diaria, comenzando con 50 mg en el día 1, seguido de 100 mg en el día 2, 200 mg en el día 3 y alcanzando 300 mg en el día 4.

A partir del día 4, se inicia la titulación de la dosis hacia el rango considerado efectivo para el tratamiento de la psicosis, que oscila entre 300 y 450 mg por día. Sin embargo, se enfatiza la posibilidad de ajustar la dosis según la respuesta clínica y la tolerabilidad individual del paciente, permitiéndose un rango de dosificación que va desde 150 hasta 750 mg por día.

Este enfoque gradual de titulación no solo facilita la adaptación del paciente al medicamento, reduciendo la probabilidad de efectos secundarios, sino que también busca individualizar el tratamiento, reconociendo que la respuesta a la medicación puede variar entre los pacientes. La flexibilidad en la dosificación es esencial para asegurar un tratamiento efectivo y bien tolerado, contribuyendo así a un manejo terapéutico óptimo en individuos con psicosis, incluyendo aquellos con diagnóstico de esquizofrenia.

Indicciones de la Quetiapina

Indicciones de la Quetiapina

  • Tratamiento de episodios maniacos asociados con el trastorno bipolar

Se recomienda la administración del medicamento dos veces al día, sin restricciones en cuanto a la ingesta con o sin alimentos, para brindar flexibilidad al paciente.

Durante los primeros cuatro días de terapia, se establece una progresión escalonada en la dosis diaria, comenzando con 100 mg en el día 1, seguido de 200 mg en el día 2, 300 mg en el día 3 y alcanzando 400 mg en el día 4.

A partir del día 6, se permite la realización de ajustes adicionales a la dosis, con un límite máximo de 800 mg diarios. Estos ajustes deben realizarse en incrementos de 200 mg o menos, lo que proporciona una forma controlada de adaptar la dosificación según la respuesta clínica del paciente.

La flexibilidad del tratamiento se destaca en la posibilidad de ajustar la dosis dentro de un rango de 200 a 800 mg diarios, dependiendo de la respuesta clínica y la tolerabilidad individual del paciente. Se establece que la dosis efectiva típica se encuentra en el rango de 400 a 800 mg diarios, permitiendo una adaptación personalizada para satisfacer las necesidades específicas de cada individuo.

Este enfoque en la titulación gradual inicial tiene como objetivo mitigar posibles efectos secundarios y facilitar la adaptación del paciente al tratamiento. Los ajustes adicionales brindan la flexibilidad necesaria para personalizar la dosificación, asegurando así un tratamiento efectivo y bien tolerado para los episodios maníacos en el contexto del trastorno bipolar.

  • Tratamiento de episodios depresivos asociados con el trastorno bipolar

La administración de quetiapina se realiza una vez al día, de preferencia antes de dormir, y puede llevarse a cabo con o sin alimentos, proporcionando flexibilidad al paciente en la toma del medicamento.

La titulación de la dosis de quetiapina se ejecuta de manera gradual durante los primeros cuatro días del tratamiento: 50 mg en el día 1, 100 mg en el día 2, 200 mg en el día 3 y 300 mg en el día 4. Posteriormente, se permite la titulación adicional de quetiapina, alcanzando hasta 400 mg el día 5 y hasta 600 mg el día 8. Esta escalada en la dosificación tiene como objetivo ajustarse a las necesidades específicas de cada paciente y optimizar la eficacia del tratamiento.

Se ha demostrado que quetiapina es eficaz en el tratamiento de episodios depresivos asociados con el trastorno bipolar, especialmente a dosis de 300 y 600 mg. Sin embargo, es importante destacar que no se observó beneficio adicional en el grupo que recibió 600 mg durante el tratamiento a corto plazo. Esta información resalta que la dosis de 600 mg no proporciona un beneficio significativamente superior a la dosis de 300 mg en el contexto del tratamiento a corto plazo para la depresión asociada al trastorno bipolar.

  • Prevención de recaídas en la terapia de mantenimiento del trastorno bipolar

Para aquellos pacientes que han experimentado una respuesta positiva a quetiapina en terapia de combinación con un estabilizador del estado de ánimo (como litio o valproato) durante el tratamiento agudo del trastorno bipolar, se recomienda continuar la terapia con quetiapina manteniendo la misma dosis.

La dosificación de quetiapina puede ser reajustada según la respuesta clínica y la tolerabilidad individual del paciente, permitiendo variaciones dentro de un rango específico de dosis que oscila entre 400 mg y 800 mg por día.

Además, se señala que aquellos pacientes que han respondido a quetiapina en el tratamiento del trastorno bipolar deben continuar la terapia con el mismo esquema de dosis. En este caso, también se permite el reajuste de la dosis dentro de un rango específico, que va desde 300 mg a 800 mg por día, dependiendo nuevamente de la respuesta clínica y la tolerabilidad individual del paciente.

  • Pacientes de edad avanzada

El uso de quetiapina en pacientes de edad avanzada requiere precauciones específicas, alineadas con consideraciones para este grupo demográfico. En el periodo inicial de titulación del medicamento, se aconseja una utilización cuidadosa, similar a otros antipsicóticos. Es relevante destacar que la titulación puede necesitar ser más gradual, y la dosis terapéutica diaria puede ser ajustada a la baja en comparación con pacientes más jóvenes, todo ello adaptado a la respuesta clínica y la tolerabilidad individual del paciente.

Una característica distintiva en pacientes de edad avanzada es la reducción de la depuración plasmática promedio de quetiapina, que oscila entre un 30% y un 50% en comparación con individuos más jóvenes. Esta disminución implica que la velocidad de eliminación del medicamento del plasma sanguíneo es menor en pacientes de edad avanzada, sugiriendo una necesidad de ajustes en la dosificación y una vigilancia más cercana durante el tratamiento con quetiapina.

  • Para el tratamiento de la esquizofrenia (adolescentes de 13 a 17 años de edad)

En el tratamiento de la esquizofrenia en adolescentes de 13 a 17 años, se indica la administración de quetiapina dos veces al día, con la opción de hacerlo con o sin alimentos. No obstante, se señala la flexibilidad de administrarlo tres veces al día, adaptándose a la respuesta y tolerabilidad del paciente.

Durante los primeros cinco días de la terapia, la dosis diaria total sigue una progresión ascendente: 50 mg en el día 1, 100 mg en el día 2, 200 mg en el día 3, 300 mg en el día 4 y 400 mg en el día 5. Después de este período inicial, se insta a ajustar la dosis dentro del rango de dosis efectiva, que varía de 400 a 800 mg diarios, considerando la respuesta y tolerabilidad individual del paciente. Es importante destacar que los ajustes a la dosis deben realizarse en incrementos de 100 mg diarios o menos, indicando un enfoque controlado en la modificación de la dosificación.

Además, se subraya la ausencia de datos que respalden la seguridad y efectividad de quetiapina en niños menores de 13 años con esquizofrenia, resaltando así la necesidad de precaución y la falta de evidencia en este grupo de edad específico. Estas pautas proporcionan un marco detallado para el uso de quetiapina en adolescentes con esquizofrenia, enfatizando la adaptabilidad en la administración y la importancia de considerar la respuesta individual del paciente en la titulación y ajuste de dosis.

• Tratamiento de episodios de manía asociados con el trastorno bipolar (niños y adolescentes de 10 a 17 años de edad): Se debe administrar quetiapina dos veces al día, con o sin alimentos, en niños y adolescentes de 10-17 años de edad. Sin embargo, se puede administrar quetiapina tres veces al día, con base en la respuesta y tolerabilidad.

La dosis diaria total durante los cinco días iniciales de la terapia es de 50 mg (día 1), 100 mg (día 2), 200 mg (día 3), 300 mg (día 4) y 400 mg (día 5). Después del día 5 se debe ajustar la dosis dentro del rango efectivo de dosis de 400 a 600 mg diarios, con base en la respuesta y tolerabilidad individual del paciente. Los ajustes a la dosis deben hacerse en incrementos de 100 mg diarios o menos.

No se ha establecido la seguridad y efectividad de quetiapina en niños menores de 10 años de edad, con trastorno bipolar.

  • Insuficiencia renal: No es necesario el ajuste de la dosis.
  • Insuficiencia hepática:La quetiapina experimenta su metabolismo principalmente en el hígado. Por lo tanto, se aconseja utilizarla con precaución en pacientes que presentan insuficiencia hepática, especialmente durante el inicio del tratamiento. En este contexto, se sugiere que los pacientes con insuficiencia hepática inicien el tratamiento con una dosis conservadora de 25 mg/día. La dosificación debe incrementarse gradualmente, en pasos de 25 a 50 mg/día, hasta alcanzar la dosis efectiva. Estos ajustes se realizan considerando la respuesta clínica del paciente y su tolerabilidad individual.

    Este enfoque cauteloso pretende mitigar posibles riesgos y efectos adversos asociados con la insuficiencia hepática, al tiempo que permite una adaptación controlada del paciente al tratamiento con quetiapina.

 

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