Tipos de quemaduras según su etiología

por Homo medicus · 13 de marzo de 2024

Las quemaduras son lesiones en la piel y, en algunos casos, en tejidos más profundos, causadas por diversos tipo de agentes como el calor, productos químicos, electricidad, radiación, o fricción. Estas lesiones pueden variar en gravedad, desde quemaduras leves hasta más profundas y graves.

Tipos de quemaduras según su etiología

Las quemaduras se clasifican según su etiología como:

Las quemaduras térmicas son un tipo de lesión en la piel y los tejidos subyacentes que resultan del contacto con fuentes de calor, ya sea flama directa, contacto con superficies calientes o escaldaduras por líquidos calientes. Este tipo de quemaduras pueden ser causadas por diversas situaciones, como incendios, accidentes domésticos, exposición a líquidos hirvientes, entre otros.

Las quemaduras térmicas causadas por flama se refieren a las lesiones resultantes de la exposición directa al fuego. Estas quemaduras son particularmente peligrosas y representan la causa más común de hospitalización por quemaduras. Además, tienen la tasa más alta de mortalidad en comparación con otros tipos de quemaduras.

Existen varios factores que contribuyen a la gravedad de las quemaduras térmicas causadas por flama. Por ejemplo, cuando hay incendios en estructuras, las personas pueden sufrir quemaduras no solo por el contacto directo con la flama, sino también por la inhalación de humo y gases tóxicos. Las lesiones por inhalación pueden ser graves y complicar aún más el tratamiento de las quemaduras cutáneas.

Asimismo, la exposición a fuegos en estructuras puede dar lugar al envenenamiento por monóxido de carbono. El monóxido de carbono es un gas tóxico que se produce durante la combustión incompleta de materiales carbonosos. La inhalación de este gas puede tener efectos perjudiciales en la salud, y en situaciones de incendio, puede agravar aún más las condiciones médicas de las personas afectadas.

Las quemaduras eléctricas son lesiones en los tejidos causadas por la exposición a una corriente eléctrica. Estas lesiones pueden tener diversas implicaciones, y los conceptos mencionados se refieren a algunas de las complicaciones y consideraciones asociadas con las quemaduras eléctricas.

Arritmias cardíacas: Las quemaduras eléctricas pueden afectar el sistema eléctrico del corazón, lo que aumenta el riesgo de desarrollar arritmias cardíacas. La corriente eléctrica puede interferir con la actividad eléctrica normal del corazón, lo que puede llevar a ritmos cardíacos irregulares. Esto es particularmente relevante en lesiones eléctricas, y la monitorización cardíaca, incluyendo electrocardiogramas (ECG), es esencial para evaluar la función cardíaca y detectar posibles arritmias.
Síndromes compartimentales con rabdomiólisis: Las quemaduras eléctricas, especialmente las de alto voltaje, pueden provocar síndromes compartimentales. Este síndrome se refiere al aumento de la presión en compartimentos musculares debido a la inflamación y la acumulación de fluidos. La rabdomiólisis es el desglose del tejido muscular que puede ocurrir en casos de síndrome compartimental. Estas condiciones pueden comprometer la circulación sanguínea y causar daño a los tejidos.
Vigilancia neurológica y vascular: En casos de lesiones eléctricas de alto voltaje, se debe mantener una estrecha vigilancia en busca de signos de compromiso neurológico o vascular. La corriente eléctrica puede afectar los nervios y los vasos sanguíneos, lo que podría tener consecuencias graves. La detección temprana de cualquier síntoma de compromiso es crucial para iniciar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones a largo plazo.
Síntomas visuales y neurológicos a largo plazo: Las lesiones eléctricas de alto voltaje pueden tener consecuencias a largo plazo en la salud visual y neurológica. Estos síntomas pueden incluir problemas de visión, dolores de cabeza, mareos y otros trastornos neurológicos. La evaluación continua y el seguimiento médico son esenciales para abordar y gestionar estos síntomas a lo largo del tiempo.

Las quemaduras químicas son lesiones en la piel y los tejidos causadas por la exposición a sustancias químicas corrosivas. Aunque son menos comunes que las térmicas, las químicas pueden ser potencialmente graves y requieren una atención especializada.

Cuando alguien sufre una quemadura química, es esencial realizar un tratamiento inicial adecuado. Esto implica la eliminación cuidadosa de las sustancias tóxicas del paciente y la irrigación del área afectada con agua abundante. La rapidez con la que se eliminen las sustancias químicas y se enjuague la zona afectada puede marcar la diferencia en la gravedad de la lesión.

En casos específicos, como cuando la quemadura química involucra polvos o formas de lejía en polvo, es crucial eliminar mecánicamente estas sustancias del paciente. Esto se debe a que algunas sustancias, como el hidróxido de aluminio presente en ciertos polvos, pueden activarse con el agua, aumentando el riesgo de lesiones.

En algunas situaciones, el agente químico agresor puede ser absorbido por vía sistémica, es decir, entrar en el sistema circulatorio y afectar otras partes del cuerpo. Esto puede llevar a un daño metabólico específico. Por lo tanto, el tratamiento no solo se centra en el área afectada externamente, sino también en prevenir la absorción sistémica del agente químico.

Se mencionan ejemplos específicos de agentes químicos y sus efectos en el organismo. Por ejemplo, el ácido fórmico puede provocar hemólisis (destrucción de glóbulos rojos) y hemoglobinuria (presencia de hemoglobina en la orina). Por otro lado, el ácido fluorhídrico puede causar hipocalcemia, una disminución de los niveles de calcio en la sangre. Estos efectos resaltan la diversidad de consecuencias que pueden surgir según el tipo de sustancia química involucrada.