Agentes biológicos dirigidos contra linfocitos B
El bloqueo de linfocitos B o la inhibición de citocinas específicas derivadas de estas células son enfoques terapéuticos destinados a modular la respuesta inmunitaria y reducir la actividad autoinmunitaria en estas enfermedades. Estas estrategias buscan atenuar los síntomas y frenar el daño autoinfligido por el sistema inmunológico, mejorando así la calidad de vida de los pacientes con enfermedades autoinmunitarias.
La respuesta inmunitaria es el conjunto de mecanismos que tiene el cuerpo humano para defenderse contra patógenos como bacterias, virus y otros agentes infecciosos. Esta respuesta puede dividirse en dos componentes principales: celular y humoral.
En muchas enfermedades autoinmunitarias, el sistema inmunológico ataca incorrectamente a sus propias células y tejidos, generando una respuesta inmunitaria inapropiada. El brazo humoral se caracteriza por la producción de anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas, por parte de los linfocitos B. Estos autoanticuerpos son proteínas que reconocen y se unen a componentes del propio organismo, en lugar de atacar a patógenos externos.
En el caso de enfermedades autoinmunitarias como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide, se ha observado una implicación significativa del brazo humoral. Para abordar terapéuticamente estas enfermedades, se han desarrollado estrategias que buscan bloquear o eliminar selectivamente los linfocitos B, células responsables de la producción de autoanticuerpos. Además, se ha trabajado en la inhibición de citocinas derivadas de células B, ya que estas moléculas juegan un papel crucial en la regulación de la respuesta inmunitaria y la inflamación.
Rituximab
El rituximab es un medicamento que pertenece a la clase de los anticuerpos monoclonales. Se trata de un anticuerpo monoclonal quimérico, lo que significa que está diseñado a partir de partes tanto humanas como de otras especies, en este caso, partes humanas y de ratón. El objetivo principal de este fármaco es dirigirse específicamente contra las células B que expresan la proteína CD20 en su superficie.
La proteína CD20 se encuentra en la membrana de las células B, que son un tipo de linfocitos involucrados en la respuesta inmunitaria. Estas células B pueden estar implicadas en diversas enfermedades, incluidos algunos tipos de linfomas de células B y enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide.
El rituximab actúa uniéndose de manera selectiva a las células B que expresan CD20. Una vez unido, activa la respuesta del sistema inmunológico para eliminar estas células. Puede hacerlo de diversas maneras, como provocar la muerte celular programada (apoptosis) de las células B o marcándolas para ser atacadas y eliminadas por otras células del sistema inmunológico, como los macrófagos.
Inicialmente, el rituximab se utilizó para el tratamiento de linfomas de células B, donde se buscaba reducir la población de células B cancerosas. Posteriormente, se demostró su eficacia en el tratamiento de la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmunitaria en la cual las células B juegan un papel importante en la respuesta inflamatoria. La capacidad del rituximab para eliminar selectivamente las células B ha demostrado ser beneficiosa en el control de la enfermedad en pacientes con artritis reumatoide.
Ocrelizumab
El ocrelizumab es un medicamento que pertenece a la categoría de los anticuerpos monoclonales. Se trata específicamente de un anticuerpo monoclonal humanizado, lo que significa que está diseñado con partes tanto humanas como de otras especies, con el objetivo de minimizar la respuesta inmunitaria del cuerpo ante el medicamento. Este anticuerpo monoclonal se dirige contra un epítopo solapado de la proteína CD20.
La proteína CD20 se encuentra en la superficie de ciertos tipos de células B, un componente del sistema inmunológico. El ocrelizumab está diseñado para dirigirse a un epítopo específico en la proteína CD20, lo que significa una región específica de la proteína que es reconocida por el anticuerpo.
El principal efecto terapéutico del ocrelizumab está relacionado con su capacidad para dirigirse y destruir selectivamente los linfocitos B que expresan CD20. Este mecanismo de acción es particularmente relevante en enfermedades autoinmunitarias y condiciones en las que las células B están implicadas de manera patológica.
El ocrelizumab ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos para el tratamiento de la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmunitaria en la cual el sistema inmunológico ataca la mielina, la capa protectora que recubre las fibras nerviosas en el sistema nervioso central. Al reducir selectivamente la población de células B, se busca modular la respuesta inmunológica y disminuir la inflamación asociada con la esclerosis múltiple, lo que puede ayudar a frenar la progresión de la enfermedad y mejorar los síntomas en los pacientes.
Belimumab
El abordaje de inhibir los linfocitos B a través de la acción sobre citocinas es una estrategia terapéutica que se centra en interferir con las señales que son esenciales para la maduración y supervivencia de las células B. En particular, se busca bloquear el factor activador de las células B (BAFF, por sus siglas en inglés), que pertenece a la familia del Factor de Necrosis Tumoral (TNF).
El BAFF es una citocina clave en la regulación de los linfocitos B, ya que promueve su supervivencia y estimula su desarrollo. En condiciones autoinmunitarias, como el lupus eritematoso sistémico (LES), hay una sobreproducción de BAFF, lo que contribuye al aumento de la actividad de las células B y a la producción de autoanticuerpos, características del LES.
El belimumab es un anticuerpo monoclonal diseñado para abordar específicamente esta vía. Es un anticuerpo anti-CD257, que es el receptor de BAFF en la superficie de los linfocitos B. Al bloquear la interacción entre BAFF y su receptor en las células B, el belimumab reduce la estimulación de estas células, disminuye su supervivencia y limita la producción de autoanticuerpos.
Este enfoque terapéutico ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del lupus eritematoso sistémico (LES), una enfermedad autoinmunitaria en la cual el sistema inmunológico ataca los propios tejidos del cuerpo. El belimumab ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos para el tratamiento de adultos con LES activo, proporcionando una opción de tratamiento que se centra en modular específicamente la respuesta inmunitaria hiperactiva asociada con esta enfermedad.
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