Características de un absceso pulmonar
Un absceso pulmonar es una condición médica que se caracteriza por la presencia de una cavidad llena de pus en el parénquima pulmonar, que es el tejido esponjoso del pulmón donde se lleva a cabo el intercambio de gases. Esta cavidad se forma debido a la necrosis (muerte celular) del tejido pulmonar causada por la invasión de microorganismos infecciosos, como bacterias, hongos o, en raras ocasiones, parásitos.
La formación de un absceso pulmonar generalmente se origina a partir de una infección respiratoria, como una neumonía, bronconeumonía o aspiración de contenido gástrico hacia los pulmones. Estas infecciones pueden afectar áreas específicas del pulmón y, en algunos casos, llevar a la formación de una cavidad dentro del parénquima pulmonar.
La necrosis tisular, causada por la actividad de los microorganismos infecciosos, resulta en la destrucción del tejido pulmonar circundante. Como consecuencia, se forma una cavidad solitaria o dominante en el pulmón, que tiene un diámetro de al menos 2 cm. Esta cavidad generalmente contiene material purulento (pus) y puede estar rodeada por una pared fibrosa que se forma como parte del proceso de curación del organismo.
En algunos casos menos frecuentes, en lugar de una sola cavidad dominante, puede haber múltiples cavidades más pequeñas, con un diámetro inferior a 2 cm. Estas cavidades más pequeñas también se forman debido a la necrosis del tejido pulmonar causada por la infección y pueden estar asociadas con una variedad de microorganismos patógenos.
Los síntomas de un absceso pulmonar pueden variar dependiendo del tamaño y la ubicación de la cavidad. Los pacientes pueden presentar fiebre, tos productiva con esputo purulento, dolor torácico y dificultad para respirar. Además, pueden sentir fatiga y pérdida de apetito.
El diagnóstico de un absceso pulmonar se realiza mediante imágenes de tórax, como radiografías y tomografías computarizadas (TC) de alta resolución. Estos estudios pueden mostrar la cavidad pulmonar y ayudar a diferenciarla de otras afecciones pulmonares, como tumores.
El tratamiento de un absceso pulmonar generalmente implica el uso de antibióticos para combatir la infección bacteriana y reducir la inflamación en el área afectada. En algunos casos, puede ser necesaria la aspiración o el drenaje de la cavidad para eliminar el pus acumulado y mejorar la función pulmonar.
Originally posted on 26 de julio de 2023 @ 11:19 PM
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