¿Cómo actúan las hormonas tiroideas a nivel celular?
Las hormonas tiroideas son compuestos químicos orgánicos producidos por la glándula tiroides. Son hormonas basadas en la tirosina, un aminoácido.
La glándula tiroides es una glándula endocrina ubicada en la base del cuello. Está formada por dos lóbulos, uno a cada lado de la tráquea.
Las hormonas tiroideas se producen a partir del yodo, un mineral que se encuentra en los alimentos. El yodo se une a dos moléculas de tirosina para formar tiroxina (T4), la hormona tiroidea más abundante en el cuerpo. La T4 luego se convierte en triyodotironina (T3), la forma más activa de la hormona tiroidea.
Las hormonas tiroideas actúan a nivel celular
Las hormonas tiroideas tienen un efecto general que consiste en la activación de la transcripción nuclear de un gran número de genes. Por consiguiente, en casi todas las células del organismo se sintetiza una elevada proporción de enzimas proteicas, proteínas estructurales, proteínas transportadoras y otras sustancias. El resultado neto es un aumento generalizado de la actividad funcional de todo el organismo.
Antes de actuar sobre los genes e incrementar la transcripción genética, gran parte de la tiroxina liberada pierde un yoduro y se forma triyodotironina. Los receptores intracelulares de hormona tiroidea poseen una gran afinidad por la triyodotironina. Alrededor del 90% de las moléculas de hormona tiroidea que se unen a los receptores es triyodotironina.
Los receptores de hormona tiroidea se encuentran unidos a las cadenas genéticas de ADN o junto a ellas. El receptor suele formar un heterodímero con el receptor retinoide X (RXR) en los elementos específicos de respuesta a la hormona tiroidea del ADN. Después de unirse a esta hormona, los receptores se activan e inician el proceso de transcripción. A continuación, se forma una cantidad elevada de ARN mensajero de distintos tipos, seguido en unos minutos u horas de la traducción del ARN en los ribosomas citoplásmicos, para formar cientos de proteínas intracelulares nuevas.
No todas las proteínas aumentan en un porcentaje similar; algunas lo hacen solo en escasa medida y otras llegan a incrementarse hasta seis veces. Casi todas las acciones de la hormona tiroidea son consecuencia de las funciones enzimáticas y de otros tipos de acciones de estas nuevas proteínas.
Las hormonas tiroideas parecen tener también efectos celulares no genómicos que son independientes de sus efectos en la transcripción génica. Algunos efectos de las hormonas tiroideas tienen lugar en cuestión de minutos, con demasiada rapidez para poder explicarse por los cambios en la síntesis proteica, y no se ven afectados por inhibidores de transcripción y traducción génica. Estas acciones se han descrito en varios tejidos, entre ellos el cardíaco y el hipofisario, así como en el tejido adiposo.
Los sitios de acción de la hormona tiroidea no genómica parecen ser la membrana plasmática, el citoplasma y tal vez algunos orgánulos celulares como las mitocondrias. Algunas de las acciones no genómicas de la hormona tiroidea son la regulación de los canales iónicos y la fosforilación oxidativa y aparentemente implican la activación de mensajeros secundarios intracelulares como monofosfato de adenosina cíclico (AMPc) o cascadas de señalización de proteína cinasa.
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