Los estados de intoxicación son alteraciones en el organismo humano ocasionadas por la interacción de alguna sustancia química con el equilibrio biológico celular, lo que puede provocar manifestaciones clínicas.
El alcohol es una droga lícita y socialmente aceptada que es un depresor del sistema nervioso central que afecta, inicialmente, a los lóbulos frontales (desinhibición y euforia) y después al lóbulo occipital y el cerebelo (incoordinación).
La intoxicación aguda por alcohol o estado de ebriedad es una alteración psíquica y somática que aparece en la persona por efecto agudo del alcohol y ocasiona reducción en la actividad del sistema nervioso central, con manifestaciones en el comportamiento, funciones cognitivas, nivel de conciencia y coordinación motora, alteraciones relacionadas directamente con la concentración de alcohol en el organismo y dependiente de las características biológicas cada individuo.
Las manifestaciones clínicas aparecen en orden secuencial y dependen de la cantidad de alcohol en la sangre, además del tiempo de consumo; estas manifestaciones pueden utilizarse para clasificar los grados de intoxicación.