¿Cuáles son alteraciones frecuentes del mediastino?
El mediastino es la región que se encuentra entre las cavidades pleurales. Se divide en tres compartimientos:
- El mediastino anterior, que abarca desde el esternón anterior hasta el pericardio y, por detrás, hasta los vasos braquiocefálicos; contiene el timo, los ganglios linfáticos anteriores y las venas y las arterias mamarias internas.
- El mediastino medio se encuentra entre el anterior y el posterior, y contiene corazón, arcos ascendentes y descendentes de la aorta, vena cava, arterias y venas braquiocefálicas, nervios diafragmáticos, tráquea, bronquios principales y sus ganglios linfáticos contiguos, así como arterias y venas pulmonares.
- El mediastino posterior está unido al pericardio y la tráquea por delante y a la columna vertebral por detrás. Contiene aorta torácica descendente, esófago, conducto torácico, venas ácigos y hemiácigos y el grupo posterior de ganglios linfáticos mediastínicos.
TUMORACIONES MEDIASTÍNICAS
El primer paso para valorar una masa en el mediastino es situarla en uno de los tres compartimientos mediastínicos, ya que cada uno presenta lesiones características diferentes. La tomografía computarizada de barrido es la técnica más valiosa para valorar las tumoraciones mediastínicas. Los estudios del aparato digestivo con bario están indicados en muchos pacientes con lesiones mediastínicas posteriores, ya que las hernias, los divertículos y la acalasia, se diagnostican con facilidad de ese modo. Una gammagrafía con ¹³¹ I puede establecer de modo eficaz el diagnóstico de bocio intratorácico.
El diagnóstico definitivo se obtiene mediante mediastinoscopia o mediastinotomía en muchos pacientes con tumoraciones en los compartimientos mediastínicos anterior y medio. Es posible establecer un diagnóstico sin toracotomía mediante una biopsia percutánea con aspiración con aguja fina o biopsia transesofágica endoscópica o endobronquial con control ecográfico de masas mediastínicas en gran parte de los casos.
Otras alternativas para establecer el diagnóstico son toracoscopia asistida por video; en muchos casos es factible establecer el diagnóstico y extirparse la tumoración mediastínica.
MEDIASTINITIS AGUDA
La mediastinitis aguda se debe en gran parte de los casos a perforación del esófago o se produce después de una esternotomía media en la cirugía cardiaca o por infecciones que descienden del cuello, cavidad oral o área facial.
Los pacientes con rotura de esófago son enfermos agudos con dolor torácico y disnea debido a la infección mediastínica. La rotura de esófago puede ocurrir espontáneamente o como complicación de la esofagoscopia o la inserción de una sonda de Blakemore.
El tratamiento más adecuado es la exploración del mediastino con la reparación primaria del desgarro esofágico y drenaje del espacio pleural y el mediastino.
El diagnóstico suele establecerse con aspiración mediastínica con aguja. El tratamiento
comprende drenaje inmediato, desbridamiento y antibioticoterapia parenteral.
MEDIASTINITIS CRÓNICA
El espectro de la mediastinitis crónica va desde la inflamación granulomatosa de los ganglios linfáticos del mediastino a la mediastinitis fibrosante.
La mayor parte de los casos se debe a tuberculosis o histoplasmosis, pero a veces la causa corresponde a sarcoidosis, silicosis y otras micosis. Los pacientes con mediastinitis granulomatosa casi nunca manifiestan síntomas.
Aquellos con mediastinitis fibrosante presentan signos de compresión de una estructura mediastinal, como la vena cava superior o las vías respiratorias superiores, parálisis del nervio laríngeo recurrente o frénico u obstrucción de la arteria pulmonar o las venas pulmonares proximales.
NEUMOMEDIASTINO
En el neumomediastino existe gas en los intersticios del mediastino. Las tres causas principales son:
- rotura alveolar con paso de aire hacia el mediastino
- perforación o rotura del esófago, la tráquea o los bronquios principales
- introducción de aire desde el cuello o el abdomen hacia el mediastino.
El rasgo característico es un dolor intenso subesternal con o sin radiación hacia el cuello y los brazos. La exploración física suele revelar enfisema subcutáneo en la escotadura supraesternal y signo de Hamman que es un crujido o clic sincrónico ( chasquido sincrónico) con el latido del corazón y que se escucha mejor en el lado izquierdo en decúbito. El diagnóstico se confirma con una radiografía de tórax.
Si las estructuras mediastínicas están comprimidas, la compresión puede aliviarse mediante aspiración con aguja.
Síguenos en X: @el_homomedicus y @enarm_intensivo APRENDER CIRUGÍA