La solución básica para nutrición parenteral contiene una concentración de 15 a 25% de glucosa y 3 a 5% de aminoácidos cristalinos. A estas soluciones se le agregan nutrientes de acuerdo a las necesidades de los pacientes.
Al igual que con la nutrición entérica, el objetivo fundamental es proporcionar suficientes calorías y sustrato de nitrógeno para favorecer la reparación de tejidos y conservar la integridad de la masa magra.
A pesar que la nutrición parenteral se asocia con tasas más altas de riesgos de infección que la nutrición entérica, está puede aportar beneficios a los pacientes cuando hay una indicación que la justifique. A continuación te ofrecemos un listado de algunas patologías o estados morbosos en los que esta indicada la nutrición parenteral.
Las principales indicaciones para nutrición parenteral son desnutrición, septicemia, cirugía o lesiones traumáticas en pacientes muy graves para los cuales no es posible el uso del tubo digestivo para la alimentación.
- Pacientes con síndrome de intestino corto secundario a resección intestinal masiva.
- Pacientes con fístulas enteroentéricas, enterocólicas, enterovesicales o enterocutáneas de alto gasto (> 500 ml/día).
- Pacientes quirúrgicos con íleo paralítico prolongado después de cirugías mayores (> 7 a 10 días).
- Pacientes con lesiones múltiples, traumatismo cerrado o penetrante de abdomen.
- Pacientes con íleo reflejo.
- Pacientes con malabsorción intestinal secundario a esprue, hipoproteinemia, insuficiencia enzimática pancreática, enteritis regional o colitis ulcerosa.
- Pacientes con trastornos gastrointestinales funcionales como discinesia esofágica después de accidente cerebrovascular, diarrea idiopática, vómito psicógeno o anorexia nerviosa.
- Pacientes con colitis granulomatosa, colitis ulcerosa o enteritis tuberculosa.
- Pacientes con cáncer, con o sin caquexia.
- Pacientes en quienes han fallado la alimentación entérica por sonda o que presentan alto residuo gástrico.
- Pacientes en estado crítico que se encuentran en estado hiper metabólico por más de cinco días o en quienes no es factible la nutrición entérica.