El ejercicio previene enfermedades
La relación entre la actividad física y la mejora de la salud es un tema ampliamente estudiado y respaldado por una sólida evidencia científica. El ejercicio puede reducir el riesgo de diversas enfermedades y condiciones de salud:
- Reducción del riesgo de mortalidad prematura: Numerosos estudios han demostrado que las personas que son físicamente activas tienen una menor probabilidad de fallecer prematuramente. La actividad física regular fortalece el sistema cardiovascular, mejora la función pulmonar y contribuye a mantener un peso saludable, lo que reduce la mortalidad.
- Arteriopatía coronaria: La actividad física aumenta la circulación sanguínea y reduce la acumulación de placa en las arterias, lo que disminuye el riesgo de enfermedades del corazón, incluida la arteriopatía coronaria.
- Accidente cerebrovascular: La actividad física promueve la salud cardiovascular, lo que a su vez disminuye el riesgo de accidente cerebrovascular al mantener las arterias limpias y el flujo sanguíneo adecuado al cerebro.
- Hipertensión arterial: El ejercicio regular ayuda a mantener una presión arterial saludable, reduciendo el riesgo de hipertensión.
- Perfil lipídico adverso: La actividad física regular aumenta los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”) y reduce los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL o “colesterol malo”), lo que mejora el perfil lipídico.
- Diabetes mellitus tipo 2: El ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, reduciendo el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Síndrome metabólico: La actividad física contribuye a la regulación de factores metabólicos como la glucosa en sangre, la presión arterial y el colesterol, reduciendo así el riesgo de síndrome metabólico.
- Osteoporosis: El ejercicio de carga de peso, como el levantamiento de pesas y el ejercicio de resistencia, aumenta la densidad ósea, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis.
- Cáncer de colon y cáncer de mama: La actividad física regular se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar cáncer de colon y cáncer de mama. Se cree que esto se debe a sus efectos positivos en el sistema inmunológico y en la regulación hormonal.
- Obesidad: La actividad física ayuda a quemar calorías y a mantener un peso corporal saludable, lo que a su vez reduce el riesgo de obesidad.
- Depresión: El ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo, y reduce el estrés, lo que puede ayudar en la prevención y el tratamiento de la depresión.
La evidencia sólida respalda que la actividad física es un pilar fundamental para mantener y mejorar la salud. Los beneficios abarcan una amplia gama de condiciones y enfermedades, desde enfermedades cardiovasculares y metabólicas hasta trastornos mentales, y son motivo suficiente para fomentar la incorporación de la actividad física regular en la vida diaria.
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