¿Qué es la hiperprolactinemia?

Etiología
La hiperprolactinemia es el síndrome hipofisario más común con hipersecreción en varones y mujeres. Los adenomas hipofisarios secretores de prolactina (prolactinomas) son la causa más común de concentraciones >200 µg/L de dicha hormona. También se observa un incremento menos intenso de la prolactina en el caso de los microprolactinomas, pero más a menudo se produce por fármacos, compresión del infundíbulo, hipotiroidismo o insuficiencia renal.
El embarazo y la lactancia son causas fisiológicas importantes de hiperprolactinemia. La hiperprolactinemia relacionada con el sueño vuelve a la normalidad en término de una hora del despertar. La estimulación de pezones y el orgasmo sexual también pueden incrementar prolactina. La estimulación o el traumatismo de la pared torácica (que incluye cirugía en ella y herpes zóster) desencadenan el arco reflejo de succión y como resultado surge hiperprolactinemia.
La insuficiencia renal crónica hace que aumente prolactina al disminuirla eliminación periférica. El hipotiroidismo primario se acompaña de hiperprolactinemia leve tal vez causada por secreción compensadora de tiroliberina (TRH).
Las lesiones de la región hipotalámica/hipofisaria que inhiben la síntesis de dopamina por el hipotálamo, la llegada por vasos porta o la respuesta de células prolactina, se acompañan de hiperprolactinemia. Los tumores, quistes, trastornos infiltrantes y el daño inducido por radiación en el hipotálamo hacen que aumenten las concentraciones de prolactina en límites de 30 a 100 µg/L.
Los adenomas plurihormonales (que incluyen tumores productores de hormona de crecimiento y hormona adenocorticotropa) pueden secretar excesivamente prolactina en forma directa. Las tumoraciones hipofisarias que incluyen las neoplasias hipofisarias clínicamente no funcionales pueden comprimir el infundíbulo y ocasionar hiperprolactinemia.
La inhibición o la interrupción farmacoinducida en la función del receptor dopaminérgico son una causa común de hiperprolactinemia (antipsicóticos y los antidepresivos).
La metildopa inhibe la síntesis de dopamina y el verapamilo bloquea la liberación de la misma, y ello también ocasiona hiperprolactinemia. Los fármacos hormonales que inducen la síntesis de prolactina e incluyen estrógenos y hormona liberadora de tirotropina (TRH).
Manifestaciones clínicas
La amenorrea, la galactorrea y la infecundidad son signos característicos de la hiperprolactinemia en mujeres. Si el trastorno en cuestión surge antes de la menarquía se produce amenorrea primaria. La hiperprolactinemia cuando surge en etapa ulterior de la vida y origina oligomenorrea y por último amenorrea.
Si el exceso de prolactina es persistente y sostenido puede disminuir la densidad de minerales en vértebras en particular si se acompaña de hipoestrogenemia notable.
La galactorrea se detecta incluso en 80% de las mujeres con hiperprolactinemia. A pesar de que suele ser bilateral y espontánea, la expulsión de leche puede ser unilateral o se expulsa sólo con la mano. Las pacientes también pueden señalar disminución del apetito sexual, incremento ponderal e hirsutismo leve.
En varones con hiperprolactinemia, los síntomas iniciales suelen ser disminución del apetito sexual, infecundidad y pérdida de la vista (por compresión del nervio óptico). La supresión de gonadotropina origina disminución de la concentración de testosterona, impotencia y oligospermia.
La galactorrea verdadera es poco común en varones con hiperprolactinemia. La hiperprolactinemia de larga evolución se manifiesta con los efectos secundarios del hipogonadismo que incluyen osteopenia, disminución de la masa muscular y menor proliferación de la barba.
Tratamiento
El tratamiento de la hiperprolactinemia depende de la causa del incremento de las concentraciones de prolactina. Sin embargo, sea cual sea su origen, las medidas terapéuticas se orientarán a normalizar los niveles de prolactina para aliviar los efectos supresores en la función gonadal, detener la galactorrea y conservar la densidad de minerales ósea.
Los agonistas de dopamina son eficaces en casi todos los casos de hiperprolactinemia sea cual sea la causa de fondo.
Si la persona recibe un fármaco que origina hiperprolactinemia, es importante interrumpir su uso en la medida de lo posible.
La hiperprolactinemia por lo común muestra resolución después de la sustitución adecuada de hormona tiroidea en pacientes hipotiroideos o después de trasplante renal entre quienes se someten a diálisis.
La ablación de lesiones hipotalámicas o una tumoración sillar revierte la hiperprolactinemia causada por la compresión del infundíbulo e hipotonía dopamínica.
Los infiltrados granulomatosos a veces reaccionan a los glucocorticoides.