¿Qué son los trastornos mieloproliferativos?
Los trastornos mieloproliferativos son un grupo heterogéneo de enfermedades hematológicas caracterizadas por la proliferación anómala de células sanguíneas derivadas de una única célula madre hematopoyética clonada. Estas anomalías adquiridas en las células madre hematopoyéticas son fundamentales para la patogénesis de estos trastornos, ya que la célula madre hematopoyética es responsable de la generación de las diferentes líneas celulares sanguíneas, tales como las células mieloides, eritroides y plaquetarias. En consecuencia, los trastornos mieloproliferativos se manifiestan en alteraciones tanto cualitativas como cuantitativas en todas estas líneas celulares.
Desde el punto de vista clínico, los trastornos mieloproliferativos suelen producir síndromes característicos que presentan un conjunto bien definido de características clínicas y de laboratorio. Sin embargo, a pesar de que cada trastorno tiene una presentación relativamente única, estos trastornos se agrupan debido a su capacidad de evolución entre sí. Es decir, un trastorno mieloproliferativo puede evolucionar hacia otro, y de hecho, los trastornos híbridos, que combinan características de más de un trastorno mieloproliferativo, son comunes. Esta interrelación y la naturaleza evolutiva de estas patologías es un aspecto importante de su estudio y diagnóstico. Además, todos los trastornos mieloproliferativos tienen el potencial de progresar hacia leucemia mieloide aguda (LMA), una complicación grave que subraya la importancia de un seguimiento cercano y la identificación temprana de los mismos.
Un ejemplo emblemático de las alteraciones genéticas características de los trastornos mieloproliferativos es el cromosoma Filadelfia, una translocación cromosómica que resulta en la fusión de los genes BCR y ABL1. Esta translocación, que es una anomalía citogenética recurrente, fue la primera descrita en una malignidad humana y constituye la base del diagnóstico de leucemia mieloide crónica (LMC). La identificación de esta alteración marcó un hito en la comprensión de los mecanismos moleculares subyacentes a los trastornos hematológicos.
A partir de la descripción del cromosoma Filadelfia, se ha producido un avance considerable en el conocimiento de las alteraciones genéticas implicadas en los trastornos mieloproliferativos. En particular, se han identificado una serie de variantes patogénicas que afectan a diversos genes clave en la regulación de la hematopoyesis. Entre los más relevantes se encuentran las mutaciones en el gen JAK2, que están asociadas con enfermedades como la policitemia vera; en el gen MPL, que se vincula con la trombocitemia esencial y la mielofibrosis primaria; y en el gen CALR, que también se ha relacionado con la trombocitemia esencial y la mielofibrosis. Además, el gen CSF3R, que codifica el receptor de la proteína estimulante de colonias de granulocitos, ha sido implicado en ciertos casos de mielofibrosis y otras alteraciones mieloproliferativas.
Estas mutaciones no solo permiten el diagnóstico preciso de los trastornos mieloproliferativos, sino que también ofrecen la posibilidad de desarrollar terapias dirigidas, mejorando el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes. El conocimiento de estas alteraciones genéticas ha transformado el manejo de los trastornos mieloproliferativos, permitiendo un enfoque más personalizado y eficaz en el tratamiento de estas patologías. Sin embargo, aunque se ha avanzado mucho en el campo de la genética de los trastornos mieloproliferativos, todavía existen muchos aspectos por descubrir en cuanto a los mecanismos subyacentes de estas enfermedades, lo que abre un campo de investigación continua para comprender mejor su biología molecular y desarrollar nuevas terapias.
Clasificación
La clasificación de las neoplasias mieloides según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su versión modificada, es un sistema que agrupa y categoriza una amplia gama de trastornos hematológicos según sus características moleculares, citogenéticas y clínicas. Esta clasificación ha evolucionado a lo largo del tiempo para reflejar los avances en la comprensión de la biología molecular de estas enfermedades, especialmente con la identificación de mutaciones genéticas específicas y sus implicaciones clínicas. Las neoplasias mieloides incluyen una serie de trastornos caracterizados por la proliferación anómala de células hematopoyéticas que afectan principalmente a las células mieloides, que incluyen los glóbulos blancos, las plaquetas y, en algunos casos, los glóbulos rojos.
Neoplasias mieloproliferativas
Las neoplasias mieloproliferativas son trastornos caracterizados por la proliferación excesiva de una o más líneas celulares hematopoyéticas. Estas se originan a partir de una célula madre hematopoyética clonada, lo que lleva a un aumento en la producción de células sanguíneas, tanto normales como anormales.
- Leucemia mieloide crónica: Esta enfermedad se caracteriza por una translocación cromosómica, conocida como cromosoma Filadelfia, que resulta en la fusión de los genes BCR-ABL1. Esta translocación genera una proteína de fusión que tiene efectos oncogénicos, promoviendo la proliferación incontrolada de células mieloides. Es una de las neoplasias mieloides más estudiadas y la base de terapias dirigidas, como los inhibidores de la tirosina quinasa.
- Leucemia neutrofílica crónica: En esta enfermedad, la proliferación excesiva de neutrófilos ocurre de manera crónica, y su etiología no siempre está clara, aunque puede implicar mutaciones en genes reguladores de la hematopoyesis, como el receptor de la granulocito-colonia estimulante.
- Policitemia vera: En este trastorno, la proliferación anómala afecta principalmente a los glóbulos rojos, aunque también puede involucrar otras líneas celulares. Una mutación comúnmente encontrada en pacientes con policitemia vera es la del gen JAK2 (V617F), que conduce a una señalización celular aberrante, estimulando la proliferación de células sanguíneas.
- Mielofibrosis primaria: Este trastorno se caracteriza por la fibrosis progresiva de la médula ósea, lo que interfiere con la producción de células sanguíneas. La mielofibrosis primaria puede estar asociada con mutaciones en los genes JAK2, MPL o CALR, y en algunos casos se presenta con esplenomegalia severa.
- Trombocitemia esencial: En esta enfermedad, hay una producción excesiva de plaquetas debido a mutaciones en el gen MPL o CALR. Aunque las plaquetas son funcionalmente normales en muchos pacientes, la proliferación excesiva de estas puede causar problemas trombóticos o hemorrágicos.
- Leucemia eosinofílica crónica: Es una forma rara de neoplasia mieloide en la que hay una proliferación anormal de eosinófilos, y se asocia con mutaciones que afectan a genes como FIP1L1-PDGFRA.
- Neoplasia mieloproliferativa no especificada de otra manera: Este grupo incluye casos de neoplasias mieloides en los que no se puede identificar una mutación genética específica o una presentación clínica clara que permita su clasificación en una categoría más definida.
- Leucemia mielomonocítica juvenil: Es una leucemia rara que afecta principalmente a niños y se caracteriza por la presencia de monocitos y mieloblastos en la sangre periférica y la médula ósea.
- Mastocitosis: Es un trastorno que se caracteriza por la proliferación anormal de mastocitos, células involucradas en las respuestas alérgicas y de inflamación. Esta condición se asocia a menudo con mutaciones en el gen KIT, que regula el crecimiento y diferenciación de los mastocitos.
Neoplasias mielodisplásicas/mieloproliferativas
Las neoplasias mielodisplásicas/mieloproliferativas representan un grupo intermedio entre los trastornos mieloproliferativos y los mielodisplásicos, donde se observa una disfunción en la hematopoyesis, con características tanto de proliferación anómala como de displasia en las células hematopoyéticas.
- Neoplasias mielodisplásicas/mieloproliferativas: Estas enfermedades presentan características de ambos tipos de trastornos, lo que puede dificultar su diagnóstico y clasificación. Un ejemplo es el síndrome de Mielodisplasia con características mieloproliferativas, donde se observan anomalías tanto en la producción de células sanguíneas como en su morfología.
Neoplasias mielodisplásicas
Las neoplasias mielodisplásicas se caracterizan por un defecto en la maduración de las células sanguíneas, lo que da lugar a una hematopoyesis ineficaz y a un incremento en la mortalidad celular. La clasificación de estas neoplasias depende de la presencia de displasia en una o más líneas celulares.
- Neoplasias mielodisplásicas: Son trastornos en los que la médula ósea produce células sanguíneas anormales que no funcionan correctamente. Estas anomalías en la hematopoyesis pueden llevar a un bajo número de glóbulos rojos, blancos o plaquetas en la sangre periférica. Pueden progresar a leucemia mieloide aguda en algunos casos.
Leucemia mieloide aguda y neoplasias relacionadas
La leucemia mieloide aguda (LMA) es una forma agresiva de cáncer hematológico caracterizada por la acumulación de células mieloides inmaduras en la médula ósea y en la sangre periférica.
- Leucemia mieloide aguda con alteraciones genéticas definitorias: En estos casos, se identifican mutaciones específicas que caracterizan el trastorno, como las translocaciones genéticas o las mutaciones de genes implicados en la regulación de la diferenciación celular y la proliferación.
- Leucemia mieloide aguda definida por diferenciación: Esta categoría se refiere a los casos de LMA en los que la célula leucémica presenta una diferenciación parcial, lo que puede influir en su tratamiento y pronóstico.
- Leucemia mieloide aguda relacionada con mielodisplasia: Esta forma de LMA ocurre en pacientes que previamente han sido diagnosticados con síndromes mielodisplásicos. La transición de una neoplasia mielodisplásica a una LMA es una complicación grave que empeora el pronóstico del paciente.
- Sarcoma mieloide: Es una forma de leucemia extramedular en la que las células leucémicas se infiltran en tejidos fuera de la médula ósea, formando masas tumorales.
Neoplasias mieloides asociadas con predisposición germinal
Estas neoplasias son aquellas que se desarrollan en pacientes con una predisposición genética hereditaria a desarrollar cáncer hematológico. Las mutaciones germinales en genes de predisposición pueden aumentar el riesgo de desarrollar una serie de neoplasias mieloides.
Neoplasias mieloides post-terapia citotóxica
Son neoplasias que ocurren como consecuencia del tratamiento con quimioterapia o radioterapia. Estos tratamientos, aunque efectivos en el tratamiento de ciertos cánceres, pueden inducir mutaciones en las células madre hematopoyéticas, lo que da lugar a neoplasias mieloides.
Leucemias agudas de linaje ambiguo
En estos casos, las células leucémicas muestran características de más de un linaje celular, lo que puede complicar su diagnóstico y clasificación.
Leucemia linfoblástica B
Esta leucemia se origina en las células precursoras de los linfocitos B y puede compartir algunas características con las leucemias mieloides.
Leucemia linfoblástica T
Similar a la leucemia linfoblástica B, pero en este caso afecta a los linfocitos T.
Fuente y lecturas recomendadas:
- Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
- Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
- Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.