El HMGB1 se secreta de manera activa por células inmunitarias estimuladas por PAMP (endotoxinas) o por citocinas inflamatorias (factor de necrosis tumoral e interleucina-1).
Las células no inmunitarias sometidas a tensión fisiológica como las células endoteliales y las plaquetas también secretan HMGB1 en forma activa.
Puede ocurrir liberación pasiva de HMGB1 después de la muerte celular, ya sea que ésta haya sido programada (apoptosis) o que haya ocurrido sin control (necrosis).
Una vez fuera de la célula, HMGB1 interactúa con sus posibles receptores ya sea solo o en combinación con moléculas de patógenos para activar la respuesta inmunitaria y de esta forma, actúa como citocina proinflamatoria.
HMGB1 produce señales a través de receptores tipo Toll (TLR2, TLR4, TLR9) a través del receptor para los productos terminales de la glucosilación avanzada (RAGE), CD24 y otros.
Las diversas respuestas biológicas proinflamatorias que ocurren por la señalización de HMGB1 incluyen:
- la liberación de citocinas y quimiocinas de los macrófagos, monocitos y células dendríticas.
- activación y quimiotaxis de neutrófilos.
- alteraciones en la función de la barrera epitelial, incluido el incremento de la permeabilidad.
- incremento de la actividad procoagulante en la superficie plaquetaria.
Las concentraciones de HMGB1 en seres humanos después de una lesión tienen correlación con la calificación de gravedad de las lesiones, con activación del complemento y con incremento en los mediadores inflamatorios circulantes como factor de necrosis tumoral.
Cantidades excesivas y sin oposición de HMGB1 tienen la capacidad de favorecer una respuesta inmunitaria innata que lesiona al propio individuo.