El embarazo está asociado con una amplia variedad de cambios fisiológicos en prácticamente todos los sistemas de órganos del cuerpo. Algunos de estos cambios, como la hiperventilación del embarazo con la alcalosis respiratoria resultante, son clínicamente silenciosos, mientras que otros, como la acidez estomacal y las hemorroides, provocan un malestar significativo.
Los sistemas cardiovascular, respiratorio, hematológico, renal, gastrointestinal y endocrino sufren importantes alteraciones fisiológicas y adaptaciones necesarias para permitir el desarrollo del feto y permitir que la madre y el feto sobrevivan a las exigencias del parto. Tales alteraciones en la anatomía y la fisiología pueden causar dificultades en la interpretación de signos, síntomas e investigaciones bioquímicas, lo que hace que la evaluación clínica de una mujer embarazada sea inevitablemente confusa pero desafiante. Comprender estos cambios es importante para todos los médicos en ejercicio, ya que las desviaciones patológicas de las alteraciones fisiológicas normales pueden no ser claras hasta que se produzca un resultado adverso.
A medida que progresa el embarazo, el estómago y los intestinos se desplazan en dirección cefálica por el crecimiento del útero.
La pirosis es común durante el embarazo y muy probablemente sea causada por el reflujo de secreciones ácidas hacia el esófago inferior.
Las hemorroides son comunes durante el embarazo son causadas en gran medida por el estreñimiento y la presión elevada en las venas rectales por debajo del nivel del útero agrandado.
El tamaño del hígado no aumenta durante el embarazo, sin embargo, el flujo sanguíneo venoso portal y arterial hepático incrementa sustancialmente.
La concentración de albúmina sérica disminuye durante el embarazo. Al final del mismo, los niveles de albúmina pueden estar cerca de 3.0 g/dL.
Durante el embarazo normal, la contractilidad de la vesícula biliar se reduce y conduce a un mayor volumen residual.
La progesterona afecta potencialmente la contracción de la vesícula biliar al inhibir la estimulación del músculo liso mediada por la colecistoquinina.
El deterioro del vaciado de la vesícula biliar, la estasis posterior y el aumento de la saturación de colesterol de la bilis en el embarazo contribuyen a la mayor prevalencia de cálculos biliares de colesterol en multíparas.
Los trastornos gastrointestinales constituyen una de las quejas más frecuentes del embarazo. Una comprensión del modo de presentación y la incidencia de los diversos trastornos gastrointestinales optimizará la atención en pacientes obstétricas.

Fuente: F. Gary Cunningham, et al. Williams Obstetricia. 25ed. McGraw Hill. 2019
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Originally posted on 12 de agosto de 2022 @ 9:22 PM