Causas de hemorragia gastrointestinal alta aguda

Causas de hemorragia gastrointestinal alta aguda
Causas de hemorragia gastrointestinal alta aguda

La hemorragia aguda del tracto gastrointestinal superior es una condición médica grave que requiere una comprensión detallada tanto de sus causas como de sus implicaciones clínicas. Este fenómeno se caracteriza por la pérdida súbita de sangre proveniente de estructuras anatómicas ubicadas en la región superior del sistema digestivo, lo cual puede llevar a complicaciones potencialmente mortales si no se maneja adecuadamente.

La observación de que la mortalidad es más alta en pacientes mayores de 60 años y en aquellos en quienes el sangrado se desarrolla durante la hospitalización subraya la importancia de factores como la edad y el contexto clínico en el pronóstico de esta enfermedad. Los pacientes de edad avanzada suelen tener una mayor carga de comorbilidades, lo que aumenta el riesgo de complicaciones y mortalidad. Además, el contexto hospitalario puede implicar una mayor fragilidad del paciente y la presencia de condiciones médicas subyacentes que pueden complicar el manejo del sangrado.

Es crucial tener en cuenta que, aunque la pérdida de sangre puede ser significativa, los pacientes rara vez mueren por exanguinación directa. Más bien, la mortalidad suele ser el resultado de complicaciones derivadas de una enfermedad subyacente, como la insuficiencia cardíaca, la enfermedad hepática o la enfermedad renal. Esto destaca la importancia de una evaluación integral del paciente para identificar y tratar la causa subyacente del sangrado, así como para prevenir y manejar las complicaciones potenciales.

En cuanto a la presentación clínica, el sangrado del tracto gastrointestinal superior suele manifestarse con hematemesis (vómito de sangre) o melena (heces de color negro alquitranado). La naturaleza y el volumen de la sangre perdida pueden proporcionar pistas importantes sobre la ubicación y la gravedad del sangrado. Por ejemplo, la hematemesis puede variar desde sangre roja brillante hasta material marrón tipo “posos de café”, dependiendo de la velocidad de la hemorragia y de la exposición de la sangre al ácido gástrico. Por otro lado, la presencia de melena sugiere una hemorragia más lenta y distal en el tracto gastrointestinal, mientras que la hematoquecia (sangre en las heces) indica una pérdida significativa de sangre y una posible complicación.

Es esencial destacar que, aunque la melena generalmente se asocia con una pérdida de sangre más sustancial, incluso cantidades relativamente pequeñas de sangrado pueden causar este síntoma. Por ejemplo, tan solo 50-100 mL de pérdida de sangre en el tracto gastrointestinal superior pueden ser suficientes para producir melena. Esto resalta la importancia de mantener un alto índice de sospecha y realizar una evaluación completa en pacientes con signos de sangrado gastrointestinal.

La gestión del sangrado del tracto gastrointestinal superior se basa en una combinación de medidas médicas y procedimientos invasivos, como la endoscopia. Se estima que aproximadamente el 80% de los casos de sangrado son autolimitados, lo que significa que se detienen espontáneamente sin necesidad de intervención. Sin embargo, en el resto de los casos, la terapia médica urgente y la evaluación endoscópica son fundamentales para controlar el sangrado, identificar la fuente y prevenir la recurrencia. Además, se ha observado que los pacientes que presentan sangrado más de 48 horas antes de la presentación tienen un bajo riesgo de sangrado recurrente, lo que puede influir en las decisiones de manejo y seguimiento.

 

Etiología

Las úlceras pépticas son una causa significativa de sangrado en el tracto gastrointestinal superior, representando hasta el 40% de los casos de hemorragia mayor en esta región. Estas úlceras son lesiones en la mucosa del estómago o del duodeno que pueden resultar en sangrado agudo y potencialmente mortal. A pesar de su prevalencia, la tasa de mortalidad global asociada con las úlceras pépticas es relativamente baja, con menos del 5% de los pacientes afectados falleciendo como resultado directo del sangrado.

La disminución en la incidencia de sangrado por úlceras se ha observado en parte debido a avances en el tratamiento y la prevención. La erradicación de la bacteria Helicobacter pylori, que está asociada con la formación de úlceras pépticas, ha reducido la frecuencia de este tipo de sangrado. Además, la profilaxis con inhibidores de la bomba de protones (IBP) en pacientes de alto riesgo ha demostrado ser eficaz para prevenir la recurrencia de úlceras y reducir el riesgo de sangrado asociado.

Por otro lado, la hipertensión portal es otra causa importante de sangrado en el tracto gastrointestinal superior, representando entre el 10% y el 20% de los casos. Este trastorno se caracteriza por un aumento en la presión dentro del sistema venoso portal, que puede llevar al desarrollo de varices esofágicas, gástricas o duodenales. Estas varices son vasos sanguíneos dilatados y tortuosos que están propensos a la ruptura y al sangrado. En pacientes con cirrosis hepática, aproximadamente el 25% desarrolla varices esofágicas de tamaño mediano a grande, y alrededor del 30% de estos pacientes experimenta sangrado variceal agudo dentro de un período de 2 años.

Hemorragia de várices esofágicas

Hemorragia de várices esofágicas

Además de las úlceras pépticas y la hipertensión portal, otras condiciones pueden causar sangrado en el tracto gastrointestinal superior. Por ejemplo, las laceraciones en la unión gastroesofágica, que son lesiones en la zona donde el esófago se encuentra con el estómago, pueden causar sangrado en el 5–10% de los casos. Estas laceraciones a menudo están asociadas con antecedentes de consumo excesivo de alcohol o arcadas, y un pequeño porcentaje de pacientes experimenta sangrado recurrente.

Las anomalías vasculares también pueden ser una fuente de sangrado gastrointestinal, representando aproximadamente el 7% de los casos de sangrado agudo en el tracto superior. Entre estas anomalías, las angiectasias (también conocidas como angiodisplasias) son las más comunes. Estas son vasos sanguíneos submucosos distorsionados, generalmente de 1–10 mm de tamaño, que pueden causar sangrado debido a la obstrucción crónica e intermitente de las venas submucosas. Las angiectasias tienen una apariencia característica de estrella roja brillante y pueden ocurrir en diversas ubicaciones del tracto gastrointestinal, siendo más comunes en el colon derecho.

Las telangiectasias son pequeñas lesiones vasculares, de aspecto rojo cereza, que se forman debido a la dilatación de vénulas en la mucosa gastrointestinal. Estas lesiones pueden presentarse como parte de condiciones sistémicas, como la telangiectasia hemorrágica hereditaria o el síndrome CREST, o pueden aparecer de manera esporádica. Aunque las telangiectasias son generalmente pequeñas, su presencia en el tracto gastrointestinal puede causar sangrado, especialmente si se rompen o se ulceran, lo que puede provocar hemorragia significativa.

La lesión de Dieulafoy es una anomalía vascular poco común pero importante que puede causar sangrado recurrente e intermitente en el tracto gastrointestinal superior. Se caracteriza por la presencia de una arteria submucosa aberrante de calibre grande, que se encuentra con mayor frecuencia en el estómago proximal. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, esta arteria puede causar sangrado profuso debido a su fragilidad y tendencia a ulcerarse.

Las neoplasias gástricas, aunque representan solo alrededor del 1% de los casos de hemorragia del tracto gastrointestinal superior, pueden ser una causa importante de sangrado grave. Tumores en el estómago pueden ulcerarse y sangrar, lo que lleva a pérdidas significativas de sangre y complicaciones potencialmente mortales.

La gastritis erosiva es otra posible causa de sangrado gastrointestinal, aunque es relativamente poco común que cause hemorragia severa. Esta afección se caracteriza por la inflamación y erosión de la mucosa gástrica, que puede ser causada por el uso de AINEs, consumo excesivo de alcohol o enfermedades médicas graves. Aunque las erosiones en la mucosa pueden provocar sangrado, generalmente resultan en pérdidas crónicas de sangre más que en episodios agudos y significativos.

La esofagitis erosiva severa debido a reflujo gastroesofágico crónico raramente puede causar sangrado importante en el tracto gastrointestinal superior. Esta condición ocurre cuando el ácido del estómago refluye hacia el esófago, causando irritación y erosión en la mucosa esofágica. Aunque el sangrado esofágico puede ocurrir, generalmente no es tan severo como para causar hemorragias significativas.

La presencia de una fístula aortoentérica es una complicación grave que puede resultar en sangrado en el tracto gastrointestinal superior. Esta condición puede ocurrir como resultado de la comunicación anormal entre la aorta abdominal y el tracto gastrointestinal, a menudo complicando los injertos aórticos abdominales o presentándose como la primera manifestación de un aneurisma aórtico no tratado.

Finalmente, las causas poco comunes de sangrado gastrointestinal superior incluyen la hemobilia, que es la presencia de sangre en la bilis, y la malignidad pancreática, que puede causar sangrado por diversas razones, como la invasión tumoral de los vasos sanguíneos. Los pseudoaneurismas del páncreas, conocidos como hemocuccus pancreático, también pueden ser una causa poco común pero importante de hemorragia en el tracto gastrointestinal superior.

 

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