Amantadina & Rimantadina: ¿Para que sirven?

Amantadina & Rimantadina: ¿Para que sirven?
Amantadina & Rimantadina: ¿Para que sirven?

La amantadina y la rimantadina son antivirales que pertenecen a la familia adamantano y son conocidos por su actividad contra el virus de la gripe A. Ambos compuestos comparten una estructura tricíclica de adamantano y comparten mecanismos de acción similares, aunque la rimantadina se considera más potente que la amantadina.

 

Amantadina & Rimantadina

Amantadina: La amantadina, también conocida como 1-aminoadamantano hidrocloruro, es una amina tricíclica que ha demostrado ser efectiva contra la gripe A. Su mecanismo de acción se centra en la interacción con el canal de iones de protones M2 de la partícula viral. Este canal es esencial para la liberación del material genético viral en el interior de las células huésped infectadas.

La amantadina actúa bloqueando este canal de iones, lo que impide la liberación del RNA viral en las células huésped. Al inhibir este paso crítico, la amantadina evita la replicación del virus en el interior de las células infectadas. Es importante destacar que la amantadina solo es activa contra la gripe A y no tiene eficacia contra otros tipos de virus de la gripe.

Rimantadina: La rimantadina es un derivado α-metilo de la amantadina y comparte su estructura básica tricíclica de adamantano. Al igual que la amantadina, la rimantadina bloquea el canal de iones de protones M2, pero se considera de cuatro a 10 veces más activa in vitro que la amantadina. Esto significa que la rimantadina tiene una mayor potencia antiviral en comparación con su precursora.

La rimantadina también ejerce su acción al interferir con la liberación del RNA viral en las células huésped infectadas, lo que impide la replicación del virus de la gripe A. Al igual que la amantadina, la rimantadina es específica para la gripe A y no es efectiva contra otras cepas de virus de la gripe.

 

Farmacocinética y farmacodinámica

La amantadina, conocida como 1-aminoadamantano hidrocloruro, exhibe una buena absorción en el tracto gastrointestinal. Se une en un 67% a proteínas en la sangre y presenta una semivida plasmática de 12-18 horas, cuya variabilidad está vinculada al aclaramiento de la creatinina. Su eliminación se realiza principalmente a través de la orina, donde se excreta inalterada.

Por otro lado, la rimantadina, derivado α-metilo de la amantadina, se caracteriza por un 40% de límite de unión a proteínas y una semivida plasmática más prolongada, oscilando entre 24-36 horas. Este antiviral presenta concentraciones en el moco nasal que son en promedio un 50% superiores a las del plasma. Además, en el líquido cefalorraquídeo, los niveles de rimantadina se sitúan entre un 52% y un 96% de los niveles séricos.

En términos de eliminación, la rimantadina experimenta un metabolismo extenso que involucra hidroxilación, conjugación y glucuronidación antes de ser excretada en la orina. Por su parte, es crucial señalar la necesidad de ajustes en las dosis de ambos agentes en ancianos y pacientes con insuficiencia renal. Además, en el caso de la rimantadina, se requieren reducciones de dosis adicionales en individuos con insuficiencia hepática grave.

 

Indicaciones

En situaciones donde no existe resistencia, tanto la amantadina como la rimantadina demuestran una eficacia notable en la prevención de la enfermedad clínica. Cuando se administran antes de la exposición al virus de la influenza, ambas sustancias muestran una capacidad de protección que oscila entre el 70% y el 90%. Además, cuando se emplean como tratamiento después de la exposición al virus, tienen la capacidad de reducir la duración de la enfermedad clínica en un lapso de 1 a 2 días.

Sin embargo, a pesar de su eficacia inicial, tanto la amantadina como la rimantadina enfrentan limitaciones significativas debido a las altas tasas de resistencia desarrolladas por los virus H1N1 y H3N2. Esta resistencia ha llevado a la desaconsejación de su uso tanto en la prevención como en el tratamiento de la influenza. En la actualidad, debido a la prevalencia de cepas virales resistentes, se recomienda utilizar otros antivirales más efectivos contra las cepas de influenza circulantes. Esta resistencia ha disminuido la relevancia clínica de la amantadina y la rimantadina en el contexto de la influenza.

Amantadina & Rimantadina

Amantadina & Rimantadina

Efectos secundarios

Los efectos adversos más frecuentes asociados con el uso de la amantadina y la rimantadina son predominantemente gastrointestinales, manifestándose comúnmente como náuseas y anorexia. Asimismo, se observan efectos en el sistema nervioso central, incluyendo nerviosismo, dificultad para concentrarse, insomnio y aturdimiento.

En casos más severos, pueden presentarse efectos secundarios graves que incluyen cambios significativos en el comportamiento, delirio, alucinaciones, agitación y convulsiones. Estos efectos adversos se asocian con la alteración de la neurotransmisión de dopamina y son menos frecuentes con la rimantadina en comparación con la amantadina. Su ocurrencia está vinculada a concentraciones elevadas en plasma y puede ser más prevalente en individuos con insuficiencia suprarrenal, trastornos convulsivos o edad avanzada. La probabilidad de estos efectos también puede aumentar con la administración concomitante de antihistamínicos, fármacos anticolinérgicos, hidroclorotiazida y trimetoprim-sulfametoxazol.

Las sobredosis agudas de amantadina pueden manifestar síntomas clínicos asociados con la actividad anticolinérgica.

Ambos agentes, amantadina y rimantadina, son considerados teratogénicos y embriotóxicos en estudios con roedores. Además, se han reportado defectos de nacimiento tras la exposición durante el embarazo, lo que subraya la importancia de evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios de estos medicamentos durante la gestación.

 

 

 

Homo medicus

 


 

 

Referencias:

  • Katzung B.G.(Ed.), (2019). Farmacología básica y clínica, 14e. McGraw Hill.
  • Hilal-Dandan R, & Brunton L.L.(Eds.), (2015). Goodman & Gilman. Manual de farmacología y terapéutica, 2e. McGraw Hill.

 

 
Anatomía del hígado

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