Causas de pancreatitis aguda

Causas de pancreatitis aguda
Causas de pancreatitis aguda

La pancreatitis aguda es una inflamación repentina y grave del páncreas, un órgano ubicado en el abdomen que desempeña funciones clave tanto en la digestión como en el control de los niveles de glucosa en la sangre. El páncreas produce enzimas digestivas esenciales para la descomposición de los alimentos en el tracto gastrointestinal y secreta insulina, que es crucial para regular el metabolismo de la glucosa.

En circunstancias normales, estas enzimas digestivas se secretan en una forma inactiva y solo se activan cuando llegan al intestino delgado, donde desempeñan su función. Sin embargo, en la pancreatitis aguda, estas enzimas se activan prematuramente dentro del propio páncreas, lo que provoca la autodigestión del tejido pancreático. Esta activación de las enzimas dentro del páncreas desencadena una cascada de eventos inflamatorios, que incluyen la liberación de mediadores inflamatorios, lo que da lugar a una respuesta inflamatoria sistémica y, si no se maneja adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves.

 

Causas

Enfermedades del tracto biliar (45%)

El principal desencadenante de la pancreatitis aguda a nivel mundial es la obstrucción de los conductos biliares, que afecta al páncreas por mecanismos de obstrucción o ascenso de jugos pancreáticos hacia el conducto biliar. Este proceso está generalmente relacionado con la presencia de cálculos en la vesícula biliar, también conocidos como cálculos biliares, que pueden bloquear la salida del conducto biliar común. Estos cálculos suelen ser pequeños, con un diámetro de 5 mm o menos, y cuando se desplazan hacia la vía biliar, pueden desencadenar una serie de eventos que incluyen la inflamación de los conductos pancreáticos, la activación prematura de las enzimas pancreáticas y la posterior autodigestión del tejido pancreático.

Consumo excesivo de alcohol (20%)

El consumo crónico y excesivo de alcohol es otro factor que contribuye significativamente a la aparición de pancreatitis aguda. El alcohol provoca un aumento de la secreción de jugos pancreáticos y la activación de enzimas digestivas dentro del páncreas, lo que lleva a un daño celular y una respuesta inflamatoria. Además, el alcohol afecta la función de los esfínteres de Oddi, lo que facilita el retroceso del contenido biliar al páncreas. El mecanismo exacto mediante el cual el alcohol produce pancreatitis sigue siendo objeto de investigación, pero se cree que involucra efectos directos sobre las células acinares pancreáticas y la alteración de la función de los conductos pancreáticos.

Hiperlipidemias (quilomicronemia, hipertrigliceridemia)

Los trastornos lipídicos, especialmente aquellos caracterizados por niveles elevados de triglicéridos, son responsables de un porcentaje significativo de casos de pancreatitis. Los triglicéridos elevados pueden inducir una lipotoxicidad en el páncreas, promoviendo la formación de microcristales que obstruyen los conductos pancreáticos.

Hipercalcemia

El aumento de los niveles de calcio en sangre, debido a diversas condiciones, como el hipoparatiroidismo o la hipercalcemia maligna, puede activar enzimas pancreáticas prematuramente, lo que resulta en una pancreatitis.

Trauma abdominal y cirugía

El trauma directo o procedimientos quirúrgicos en la región abdominal pueden lesionar el páncreas, causando inflamación. La cirugía pancreática o la manipulación durante procedimientos como la colecistectomía son causas comunes de pancreatitis postoperatoria.

Medicamentos

Existen diversos fármacos que están asociados con la pancreatitis, tanto como efecto secundario directo como en la alteración de los mecanismos metabólicos. Los medicamentos incluyen inmunosupresores como azatioprina y mercaptopurina, fármacos antimicrobianos como tetraciclinas, isoniazida y metronidazol, y otros agentes como el ácido valproico y los esteroides. Algunos medicamentos pueden aumentar los niveles de triglicéridos en sangre, lo que, a su vez, puede inducir la pancreatitis.

Vasculitis

La inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis) puede afectar el suministro de sangre al páncreas, provocando daño isquémico que da lugar a pancreatitis.

Infecciones

Diferentes infecciones virales, como el virus de la hepatitis, las paperas, el citomegalovirus y el SARS-CoV-2, pueden involucrar al páncreas como parte de una manifestación sistémica de la enfermedad. Estas infecciones pueden inducir inflamación pancreática directa o indirecta.

Diálisis peritoneal y bypass cardiopulmonar

La diálisis peritoneal, al introducir fluidos en la cavidad peritoneal, y los procedimientos de bypass cardiopulmonar, que alteran la circulación sanguínea, pueden llevar a la isquemia y el daño pancreático. Estos eventos son más raros pero pueden ocurrir como complicaciones asociadas a estos tratamientos.

Enteroscopia y CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica)

La CPRE, utilizada para examinar los conductos biliares y pancreáticos, tiene un riesgo global estimado del 10% de desencadenar pancreatitis como efecto adverso. La manipulación de los conductos biliares durante el procedimiento puede resultar en trauma o la introducción de bacterias que afecten al páncreas.

Mordedura de escorpión (rara)

Aunque es un fenómeno raro, se ha documentado que la mordedura de ciertos escorpiones puede inducir pancreatitis como parte de una respuesta sistémica al veneno.

Pancreatitis aguda inducida por medicamentos

La pancreatitis aguda relacionada con el uso de medicamentos es un fenómeno generalmente dosis-dependiente, lo que significa que cuanto mayor es la cantidad del fármaco administrado, mayor es el riesgo de desarrollar esta complicación. Además, se ha observado que los casos inducidos por medicamentos suelen asociarse con peores resultados clínicos, comparados con los casos de pancreatitis de otras etiologías. Los medicamentos pueden causar pancreatitis al inducir reacciones tóxicas directas sobre las células acinares pancreáticas o al alterar el metabolismo de las enzimas pancreáticas. Entre los fármacos más comúnmente implicados se encuentran los inmunosupresores, los antibióticos, los medicamentos para la hipertensión, y los agentes que modifican los lípidos.

Pancreas divisum y variantes genéticas

En individuos con pancreas divisum, una anomalía congénita en la que los conductos pancreáticos dorsal y ventral no se fusionan adecuadamente, la pancreatitis aguda puede desencadenarse debido a la estenosis de la papila menor. Esta condición provoca la obstrucción del flujo pancreático desde el conducto pancreático accesorio, lo que genera una acumulación de jugos pancreáticos y la consiguiente inflamación. Además, se ha identificado que algunas variantes genéticas, particularmente aquellas asociadas al gen del regulador de la conductancia transmembrana de fibrosis quística (CFTR), pueden predisponer a los pacientes con pancreas divisum a desarrollar pancreatitis aguda. Estas variantes genéticas interfieren con el funcionamiento normal de los canales de cloro y alteran el flujo de líquidos, lo que favorece la obstrucción del conducto pancreático accesorio.

Anomalia pancreatobiliar

La anomalia pancreatobiliar es una anomalía anatómica rara en la que los conductos pancreático y biliar se unen en una posición anómala, lo que interfiere con el drenaje adecuado de los jugos pancreáticos y biliares. Esta condición puede resultar en pancreatitis aguda debido a la alteración en el flujo de secreciones, lo que provoca una acumulación de jugos pancreáticos y un aumento de la presión en el conducto pancreático, favoreciendo la inflamación y la autodigestión del páncreas.

Neoplasias pancreáticas o ampulares y quistes pancreáticos

Rara vez, la pancreatitis aguda puede ser la primera manifestación de una neoplasia pancreática o ampular, o de un quiste pancreático. Estas condiciones, aunque infrecuentes, pueden obstruir los conductos pancreáticos y biliares, lo que lleva a un aumento de la presión dentro del páncreas y la consiguiente inflamación. En estos casos, la pancreatitis aguda puede actuar como un signo de alerta para la presencia de una patología más grave, que puede requerir diagnóstico y tratamiento específicos.

Enfermedad celíaca

La enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune desencadenado por la ingestión de gluten, parece estar asociada con un mayor riesgo de desarrollar pancreatitis aguda y crónica. Aunque los mecanismos exactos aún no se comprenden completamente, se cree que la inflamación sistémica y las alteraciones en la absorción intestinal características de la enfermedad celíaca pueden afectar la función pancreática y aumentar la susceptibilidad a la pancreatitis.

Pancreatitis aguda idiopática

En un porcentaje significativo de casos de pancreatitis aguda, que varía entre el 15% y el 25%, no se puede identificar una causa clara, lo que se clasifica como pancreatitis aguda idiopática. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que una proporción considerable de estos casos puede estar relacionada con microlitiasis biliar oculta, es decir, la presencia de pequeños cálculos biliares que no son detectados en las pruebas diagnósticas convencionales. En otros casos, la disfunción del esfínter de Oddi, un músculo que regula el paso de las secreciones pancreáticas y biliares, puede ser responsable de la obstrucción intermitente de los conductos, lo que provoca la pancreatitis. Estas situaciones resaltan la dificultad en el diagnóstico de la causa en algunos casos de pancreatitis aguda.

Factores de riesgo modificables

Diversos factores de estilo de vida también pueden influir en el riesgo de desarrollar pancreatitis aguda. El tabaquismo es un factor de riesgo bien establecido, ya que los productos químicos presentes en el humo del tabaco pueden inducir inflamación en el páncreas y promover su autodigestión. La alta carga glucémica en la dieta y la adiposidad abdominal también están asociadas con un mayor riesgo de pancreatitis, probablemente debido a su impacto en los niveles de insulina y la actividad lipídica. En contraste, la dieta rica en vegetales, fibra dietética, y el uso de fármacos como la aspirina y las estatinas pueden tener un efecto protector, posiblemente debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. El consumo de café también se ha relacionado con un menor riesgo de pancreatitis no biliar, aunque los mecanismos detrás de este efecto protector aún están bajo investigación.

Edad avanzada y obesidad

La edad avanzada y la obesidad son factores de riesgo importantes para el desarrollo de pancreatitis grave. A medida que las personas envejecen, su capacidad para manejar el estrés metabólico y la inflamación disminuye, lo que puede complicar la respuesta del organismo a la pancreatitis. La obesidad, por su parte, contribuye a la resistencia a la insulina y a la inflamación sistémica, lo que predispone a los individuos a desarrollar pancreatitis y, en particular, a experimentar una forma más grave de la enfermedad.

 

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Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
  2. Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
  3. Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.

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