¿Qué es la fiebre de origen desconocido?
Cualquier enfermedad febril sin una causa evidente inicial como fiebre de origen desconocido. La mayoría de las enfermedades febriles se resuelve antes de hacer el diagnóstico o desarrollan características distintivas que conducen a un diagnóstico.
El término fiebre de origen desconocido debe reservarse para enfermedades febriles prolongadas sin una etiología establecida pese a la valoración intensiva y pruebas diagnósticas.
La fiebre de origen desconocido se define como:
- Fiebre >38.3 ºC (101 ºF) al menos en dos ocasiones
- Duración > 3 semanas de la enfermedad
- Sin compromiso inmunitario conocido
- Diagnóstico que sigue siendo dudoso después de realizar la anamnesis y la exploración física minuciosas, así como los estudios obligados que incluyen:
- tasa de eritrosedimentación
- nivel de proteína C-reactiva
- recuento de plaquetas, leucocitos y recuento diferencial
- medición de los niveles de hemoglobina, electrólitos, creatinina, proteínas totales, fosfatasa alcalina,
alanina aminotransferasa, aspartato aminotransferasa, creatina
cinasa, ferritina, anticuerpos antinucleares y factor reumatoide - electroforesis de proteínas
- análisis de orina
- cultivo de sangre;
- cultivos de orina
- radiografías de tórax, ecografía de abdomen
- prueba cutánea de tuberculina
- cuantificación de la liberación de interferón gama
La variedad de causas de la fiebre de origen desconocido ha evolucionado con el tiempo como resultado de cambios en el espectro de enfermedades que causan fiebre de origen desconocido, el uso diseminado de antibióticos y la disponibilidad de nuevas técnicas diagnósticas.
Sólo los casos más difíciles de diagnosticar cumplen todavía los criterios de fiebre de origen desconocido. Además, hoy en día la mayoría de los pacientes con fiebre de origen desconocido sin diagnóstico evolucionan bien, por lo que puede usarse una estrategia menos agresiva en pacientes con condiciones clínicas estables una vez que se descartan en medida razonable las enfermedades con consecuencias terapéuticas o diagnósticas inmediatas.
El diagnóstico diferencial de la fiebre de origen desconocido es amplio, pero es importante recordar que casi siempre la fiebre de origen desconocido representa un cuadro atípico de una enfermedad bastante frecuente, y no una muy rara. Los diagnósticos de enfermedades
infecciosas más frecuentes son formas atípicas de endocarditis, diverticulitis, osteomielitis vertebral y tuberculosis extrapulmonar. La fiebre
Q y la enfermedad de Whipple son muy poco comunes, pero siempre deben tenerse en mente como causa de fiebre de origen desconocido, ya que los síntomas iniciales pueden ser inespecíficos.
En pacientes con síntomas inexplicables referidos al sistema nervioso central, tubo digestivo o articulaciones, debe realizarse la prueba de reacción en cadena de la polimerasa para Tropheryma whipplei. El viaje o residencia previa en países tropicales obligan a considerar enfermedades infecciosas como paludismo, leishmaniosis, histoplasmosis y coccidioidomicosis. La endocarditis con hemocultivo negativo puede deberse a bacterias difíciles de cultivar,
Los síndromes autoinflamatorios hereditarios son muy raros y casi siempre se observan en pacientes jóvenes. El síndrome de Schnitzler, que puede desarrollarse a cualquier edad, es infrecuente, pero a menudo puede diagnosticarse con facilidad en un paciente con fiebre de origen desconocido que presenta urticaria, dolor óseo y gammapatía monoclonal.
Aunque la mayoría de los tumores se manifiesta con fiebre, el linfoma maligno es por mucho el diagnóstico neoplásico más frecuente de fiebre de origen desconocido. La fiebre puede preceder a la linfadenopatía detectable en la exploración física.
Además de la fiebre causada por fármacos y la hipertermia inducida por el ejercicio, ninguna de las causas diversas de fiebre es muy frecuente en los pacientes con fiebre de origen desconocido. Todos los fármacos pueden causar fiebre, incluso después del uso prolongado. La fiebre inducida por fármacos, incluida la reacción farmacológica con eosinofilia y síntomas generales, a menudo se acompaña de eosinofilia y linfadenopatía, que puede ser extensa. Los fármacos que causan fiebre con mayor frecuencia son: alopurinol, carbamazepina, lamotrigina, difenilhidantoinato, sulfasalazina, furosemida, antimicrobianos (en particular sulfonamidas, minociclina, vancomicina, B lactámicos e isoniazida), algunos fármacos cardiovasculares (quinidina) y algunos antirretrovirales (nevirapina).
La hipertermia inducida por ejercicio se caracteriza por aumento de la temperatura corporal relacionada con el ejercicio moderado a extenuante de 30 min a varias horas de duración, por lo general, estos pacientes sudan durante el aumento de temperatura.
La fiebre simulada es causada de manera artificial por el paciente y se considera en todos los casos, pero es más frecuente entre mujeres jóvenes. La fiebre fraudulenta, el sujeto está normotérmico, pero manipula el termómetro. Las mediciones simultáneas en distintos sitios
del cuerpo (recto, oído, boca) permiten detectar con facilidad este diagnóstico; otro dato es la disociación entre la frecuencia del pulso y la temperatura.
Un diagnóstico de fiebre de origen desconocido es más probable en ancianos que en personas más jóvenes. En muchos casos es una manifestación atípica de una enfermedad frecuente, y entre las más frecuentes están la arteritis de células gigantes y la polimialgia reumática. La tuberculosis es la enfermedad infecciosa más frecuente en pacientes geriátricos con fiebre de origen desconocido. Como muchas de estas enfermedades son tratables, vale la pena buscar la causa de la fiebre en pacientes ancianos.
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